Las cicatrices de una rinoplastia son apenas visibles, situadas en la columela (espacio entre las dos fosas nasales).

A veces sólo se localizan en el interior de la nariz.

Pueden situarse en el hueco que rodea el ala de la nariz en caso de cirugía en la que las alas de la nariz estén romas.

También pueden localizarse detrás de una oreja, en el pliegue bajo el pecho, en el tórax, en el cuero cabelludo, cuando se necesitan injertos en una rinoplastia secundaria.