Reasignación de Sexo
Descripción
La transexualidad es una condición en la que una persona, ya sea hombre o mujer, experimenta una discrepancia entre su identidad de género y el cuerpo en el que ha crecido, lo que puede ser el resultado de factores desconocidos durante el desarrollo embrionario. Es importante reconocer que existen diferentes aspectos del sexo, como el cromosómico, gonadal, hormonal, genital interno, genital externo y cerebral. Comprender esta diversidad ayuda a explicar por qué puede haber una desalineación en alguno de estos aspectos.
Afortunadamente, la ciencia está avanzando en la comprensión de esta condición, lo que permite ofrecer a las personas transexuales el cuerpo que sienten que les corresponde, así como proporcionar a los demás herramientas para entender mejor esta realidad. El tratamiento de la transexualidad es un proceso multidisciplinario que comienza con la evaluación y el apoyo de psiquiatras y psicólogos, quienes pueden proporcionar un diagnóstico preciso. Además, un equipo de endocrinólogos puede iniciar una terapia hormonal sustitutiva adecuada y controlada. Posteriormente, se realiza un test de vida real, que es un paso importante antes de considerar la reasignación quirúrgica.
Las técnicas quirúrgicas para la reasignación de género son complejas y, en muchos casos, son irreversibles.
Mujer – Hombre
Mastectomía
La mastectomía es el término utilizado para describir el procedimiento que transforma un busto femenino en un torso masculino.
La terapia hormonal, aunque útil, tiene un impacto limitado en la forma o el volumen del pecho femenino, por lo que la cirugía es necesaria para lograr una reasignación completa del torso.
Existen dos procedimientos principales:
Mastectomía periareolar inferior:
La extirpación de la glándula mamaria y tejido paramamario se realiza mediante una incisión en la parte inferior de la areola, dejando una cicatriz pequeña y poco visible. Esta técnica es más adecuada para mamas pequeñas con piel elástica.
Mastectomía en monobloque:
La extirpación de la glándula mamaria y el tejido paramamario se realiza mediante una incisión oblicua en forma de huso que incluye la areola y sigue el contorno del músculo pectoral. Las cicatrices pueden ser visibles al principio, pero tienden a aclararse y disimularse en 12 a 16 meses. Este procedimiento permite crear areolas pequeñas y masculinas, además de definir los pectorales, siendo especialmente adecuado para mamas medianas o grandes con algo de ptosis y piel poco elástica. Las areolas se reconstruyen con injertos de las propias areolas del paciente, que se integran a través de los vasos sanguíneos del tejido circundante.
Reconstrucción de pene
La clítoro-labioplastia en dos etapas (dos intervenciones) es un procedimiento diseñado para reconstruir los genitales externos masculinos.
Utilizando un clítoris alargado debido a la terapia hormonal sustitutiva, así como los labios mayores y menores, se llevarán a cabo sucesivamente la creación del pene, la colocación de prótesis testiculares y la reconstrucción de la uretra, que se extenderá desde el meato original hasta el extremo del nuevo glande.
Cirugías de masculinización corporal
Las cirugías indicadas más habituales para la masculinización corporal son la Liposucción y la Abdominoplastia entre otras.
Hombre – Mujer
Vaginoplastia
La vaginoplastia es un procedimiento quirúrgico que consiste en la creación de una neovagina utilizando la piel del pene y el escroto, que se invierten en un espacio entre la vejiga y el recto. La piel escrotal se utiliza para formar los labios mayores, mientras que un fragmento triangular del glande y una semicorona de piel prepucial, que incluye sus nervios y arterias (pedículo neurovascular), se emplean para reconstruir el nuevo clítoris y su capuchón. Este neo-clítoris tiene la capacidad de provocar orgasmos.
El objetivo de la vaginoplastia es lograr genitales femeninos que sean lo más naturales y funcionales posible, tanto desde el punto de vista anatómico como estético.
Aumento mamario
La feminización del torso implica aumentar la forma y el volumen del pecho en pacientes transexuales, transformando su torso masculino en uno femenino. Aunque la terapia hormonal sustitutiva puede mejorar la feminización del torso con el tiempo, a menudo no es suficiente, lo que lleva a la necesidad de cirugía para conseguir un busto femenino.
Existen dos opciones principales: la mamoplastia de aumento con implantes de silicona y la mamoplastia de aumento mediante injertos sucesivos de grasa autógena (propia).
Femenización Facial
El rostro refleja tanto nuestra personalidad como nuestra sexualidad.
La cirugía de feminización facial incluye una variedad de tratamientos diseñados para conseguir rasgos más armónicos y femeninos. Esto puede abarcar desde aumentar el volumen de los labios y los pómulos, hasta remodelar el mentón y el contorno mandibular, así como ajustar la línea del cabello para lograr una frente más estrecha.
Estas intervenciones son especialmente adecuadas para quienes buscan una reafirmación de género, ya que modificar estas características puede ser fundamental en su proceso de transición.
Femenización Corporal
La cirugía corporal se refiere a procedimientos como la abdominoplastia, la liposucción entre otras, que mejoran la silueta, el contorno y diversas características del cuerpo, ayudándonos a sentirnos más cómodos con nuestra apariencia.
Cuando este tipo de cirugía se realiza en mujeres trans con el objetivo de feminizar la silueta, se denomina cirugía de feminización corporal.
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