Infiltraciones faciales
Descripción
Los tipos de infiltración más habituales, especialmente referidas al rejuvenecimiento facial, son los rellenos de arrugas.
Para rellenar las arrugas estáticas, se utiliza el ácido hialurónico, una sustancia que produce nuestro organismo, presente de forma principal en la piel, retiene agua y aporta volumen e hidratación. Cuando envejecemos esta sustancia disminuye con la consecuente pérdida de volumen y la aparición de arrugas estáticas, aquellas que aún sin gesticular son visibles.
También se utiliza para devolver volumen a las zonas en las que el mismo se perdió debido al proceso de envejecimiento, como mejillas, mentón y mandíbula, y para reducir las ojeras y aumentar el volumen de los labios.
Para relajar el músculo temporalmente en el que se aplica atenuando así las arrugas de expresión, se utiliza una toxina, una proteína.
Cada vez que nos expresamos, reímos o lloramos, los músculos de la cara se contraen y, con el paso del tiempo, la actividad de estos músculos produce arrugas como las líneas de la frente, del entrecejo y las patas de gallo, entre otras.
Se aplica mediante micro-inyecciones directamente en el músculo, al relajarlo temporalmente, previene la formación de nuevas líneas de expresión, ya que su efecto impide la profundización de las arrugas existentes y la formación de nuevas arrugas.
